De luna compuse tus nanas,
de estrellas adorné tu cuna,
supe ver cuando llegabas,
explosión de amor y calor humano,
que he derrochado en mi vida
para tenerte en mis brazos.
Duerme segura, mi niña,
mientras, me quedo velando.
Del Cielo te haré un pañal
que cubra tus días malos,
lo llenaré de alegría, de flores,
de aromas y azulados voladores.
Bajaré, para que nadie te dañe,
a tu lado, un coro de ángeles.
Cuando te duela la vida,
como algún día me dolió a mi,
cuando te hiera, cuando sufras,
llámame, que siempre estaré
acunándote con mimos
los que hoy te lanzo sin sentir.
Eres niña, y en mis brazos,
diminuta, ya eres Reina,
de mi vida, de mi canto,
del limpio y nuevo amanecer,
que de tu mano ha llegado
hecho caricia, amor regalado,
amor envuelto en pañales,
motivo para renacer.
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